Secuencia 1: EL TRABAJO DE TRIÁNGULOS
El significado del trabajo de Triángulos puede resumirse en estas palabras: que el mundo tiene un destino espiritual, que detrás de la evolución existe un propósito subyacente al cual llamamos El Plan divino, y que el Plan divino puede desarrollarse sólo por medio de la humanidad; por lo tanto, cada uno de nosotros es responsable por comprenderlo y por darle expresión en nuestra vida cotidiana.
El trabajo de Triángulos se origina en una serie de libros que Alice A. Bailey escribió a lo largo de un período de treinta años, entre 1919 y 1949 colaborando con un Maestro oriental que llamamos El Tibetano. Este trabajo está basado en las enseñanzas dadas en estos libros donde el trabajo de Triángulos se menciona repetidamente. Se ha tratado de extraer las referencias consideradas más significativas.
Teniendo en mente que el trabajo se basa en el hecho de que existe un Plan para la humanidad, de que existe un proceso evolutivo en el cual todos nosotros estamos involucrados, ofrecemos aquí una paráfrasis de algunas enseñanzas llamadas el Antiguo Comentario:
“Él permanece fortaleciendo a aquél que ve la Voluntad de Dios detrás del Plan. La Voluntad al Bien subyace en toda verdadera buena voluntad. El Plan para este ciclo de la sexta crisis objetiva es buena voluntad para todos y a través de todos los hombres de buena voluntad. El Plan comienza ahora. El Plan dentro de nuestro planeta como un todo es el cambio del sistema de circulación de energías. La cuádruple forma debe asumir una formación triangular; reflexionen sobre esto”.
El “sistema de circulación de energías” es, por supuesto, el cuerpo etérico, el cuerpo de energías que subyace detrás de toda forma física densa.