La característica prominente de humanidad es sensitividad inteligente a impresión. Reflexionen sobre esta definida y enfática declaración. El trabajo de la ciencia es, después de todo, simplemente el desarrollo del conocimiento de la sustancia y de la forma; este conocimiento hará posible que la humanidad finalmente actúe como el principal agente impresor en relación con los tres reinos subhumanos en la naturaleza; eso es responsabilidad primaria de la humanidad. Este trabajo de relación es prácticamente el trabajo de desarrollar o el modo de desenvolvimiento de la sensitividad humana. Me refiero aquí a sensitividad a impresión desde o por la Jerarquía.
El trabajo realizado a través de los procesos de iniciación tiene por objeto capacitar discípulos e iniciados para recibir impresión desde Shamballa; el iniciado es esencialmente una combinación de entrenamiento científico y religioso; ha sido re-orientado hacia ciertas fases de la existencia divina que aún no son reconocidas por el ser humano término medio. Estoy tratando de aclararles la síntesis básica que subyace en toda vida manifestada sobre nuestro planeta, y también la estrecha interacción o relación que eternamente existe y se expresa a través de la suprema ciencia de contacto o de impresión.
Los tres grandes Centros están en estrecha relación en todo tiempo, aunque esto no es reconocido todavía por el discípulo inteligente; una ininterrumpida serie de impresiones está siempre presente, relacionando un centro con otro y produciendo una evolucionante unidad de objetivo, y desarrollando (con extrema rapidez en este tiempo) una ciencia derivada, la de Invocación y Evocación. Esta ciencia es en realidad la ciencia de impresión en actividad y no simplemente en teoría.
La primera gran Invocación fue pronunciada por el Logos planetario cuando expresó el deseo de manifestarse y por consiguiente invocó y atrajo hacia Sí mismo la sustancia necesaria para Su expresión designada. Eso inició la cadena de ser o de jerarquía; se estableció entonces la inter-relación entre todas las unidades “sustanciales”; las más potentes y las más dinámicas y mayores pudieron entonces impresionar a las menores y las más débiles hasta que gradualmente —a medida que se deslizaron los eones— los siete Centros fueron creados y estuvieron en estrecha relación de impresión. De estos siete, estamos considerando sólo tres en este momento; de los otros sabemos muy poco, pues en gran parte están compuestos por unidades de las evoluciones dévicas (y les pediría que noten la pluralidad allí) y por vidas subhumanas, trabajando bajo impresión proveniente de los centros coronario, cardíaco y laríngeo del Logos planetario.
Los estudiantes tienden a complicar indebidamente su pensamiento cuando tratan de detallar y definir, de separar en categorías y grupos académicos la multiplicidad de energías con las que se sienten enfrentados al considerar los centros planetarios y los humanos. Les aconsejaría pensar con sencillez y (desde luego, al principio) en términos de las tres energías mayores a medida que emanan de algún centro, se convierten en agentes impresores y son entonces nuevamente trasmitidas o reducidas:
1. La energía dinámica eléctrica de Vida misma, o potencia divina, de Propósito corporizado, expresando a través de manifestación evolutiva la divina Voluntad. Sería conveniente comprender que propósito emana del plano mental cósmico y es el principio omni-inclusivo, sintético y motivador que se expresa como la voluntad divina sobre el plano físico cósmico —los siete planos de nuestra Vida planetaria. Esta energía dinámica se enfoca a través de las Vidas o Seres Quienes controlan y dominan Shamballa. Hasta que el propósito divino haya sido realizado, el Logos planetario mantiene todo en manifestación a través de la potencia de Su Voluntad, y anima todas las formas con fuego eléctrico. Conocimiento de esta Voluntad y Propósito llega al estudiante que está construyendo el antakarana y que está, por lo tanto, cayendo bajo el control de la Tríada Espiritual, la triple expresión de la Mónada.
2. La energía atractiva magnética solar a la que damos el muy inadecuado nombre de Amor. Es esta energía la que constituye la fuerza coherente, unificadora, que mantiene unido al universo manifestado o forma planetaria y es responsable de todas las relaciones; es esta energía la que es el alma de todas las cosas o de todas las formas, comenzando con el ánima mundi y alcanzando su punto máximo de expresión en el alma humana que es el factor constituyente en el quinto reino en la naturaleza, el Reino de Dios o de Almas. Una comprensión de esta potencia humana llega a medida que un hombre hace contacto con su propia alma y establece una relación estable con ese alma; entonces deviene una personalidad alma-infusa. Como bien saben, la triple personalidad es para el alma lo que la Tríada Espiritual es para la Mónada: un claro medio de expresión. La mayoría de los estudiantes están o deberían estar hoy ocupados con esta energía atractiva, pues hasta no haber dominado la naturaleza de deseo y haberla trasmutado en aspiración y control por el alma, no pueden esperar comprehender la energía dinámica del fuego eléctrico. Este magnetismo atractivo es la energía que domina y controla a la Jerarquía.
3. La actividad inteligente del fuego por fricción. Sería conveniente que los estudiantes re-leyeran Un Tratado sobre Fuego Cósmico donde me ocupo extensamente de estas tres energías condicionantes. Esta tercera energía es la energía básica expresándose en los tres mundos y en los cuatro reinos en la naturaleza, culminando su expresión en la creativa energía del reino humano. Esta energía emanó originalmente (en lo que concierne a nuestro sistema solar y a nuestro esquema planetario) en el primer sistema solar, y es la energía en manifestación mejor probada y mejor conocida. Es el medio para la actividad en todas las formas a través de las cuales el Logos planetario se expresa a Sí Mismo; es el resultado de la actividad de la Mente divina, a medida que ese peculiar tipo de energía divina actúa sobre y a través de todos los átomos y sobre todas las formas atómicas. La fisión del núcleo del átomo en los últimos años es el signo externo o demostración de que la humanidad ha “comprehendido” la Mente divina y puede ahora pasar a “comprehender” el amor o la naturaleza atractiva de la divinidad. Reflexionen sobre esta declaración. No sé qué palabra usar excepto comprehender, y es completamente inadecuada. Se hace imprescindible una nueva y más profunda terminología esotérica.
A medida que se difunde el sistema invocativo y se alcanza un mayor alineamiento, Shamballa —el centro coronario planetario— invoca energías fuera de la vida planetaria y la afluencia de energías cósmicas y solares será mucho mayor… También producirá el advenimiento o aparición de muchos avatares, trayendo con Ellos muchas y muy diferentes clases de energías… Con la reaparición del Cristo como el punto focal o el supremo Agente del centro cardíaco planetario, será instituida una nueva era o “época divina”. El Avatar de Síntesis se aproximará mucho a la humanidad y Él inaugurará el “reinado de los Avatares”, Quienes serán Propósito corporizado y Voluntad espiritual; Ellos iniciarán tanto a la Jerarquía como a la Humanidad en fases del carácter divino de las cuales, al presente, nada se sabe y para las cuales no tenemos terminología alguna que pudiera trasmitir la naturaleza y los hechos exactos. Todo lo que estoy intentando hacer aquí es darles un delineamiento general de eventos que pueden estar siglos por delante pero que inevitablemente ocurrirán —una vez que el Cristo esté nuevamente en Presencia física y sea reconocido en la Tierra.
… cada ser humano está relacionado con la Deidad por semejanza esencial.
Extraído de: “Telepatía y el Vehículo Etérico”, Alice Ann Bailey.


