Diciembre de 1919
¿Y ahora qué es lo que todos ustedes pueden hacer? ¿Cuál es la condición que rodea hoy a los aspirantes del mundo? Tenemos un mundo lleno de intranquilidad, un mundo lleno de dolor, pesar y lucha, un mundo en el que los cuerpos emocionales de la humanidad están en una condición de tremenda perturbación, un mundo en el cual animales, hombres, mujeres y niños sufren, agonizan y mueren; un mundo en el cual el hambre, el pecado, la enfermedad, la escasez de alimentos, la rapiña y el asesinato acosan sin freno; un mundo en el que las formas de la religión existen pero la vida se ha ido, en el cual la ciencia es prostituida a los fines de dinero y odio, y en el cual el producto de la tierra no es para el sustento de la raza sino para nutrir las carteras de los pocos; un mundo en el cual la fe es a menudo objeto de mofa, en el cual el altruismo es considerado como el atributo de un tonto, y en el cual el amor es explotado en su más baja expresión, sexo. ¿Es esta la atmósfera en la cual el Cristo y Sus discípulos pueden respirar? ¿Es esta una condición en la cual Ellos pueden hallar influencias armoniosas? ¿Es este un estado de cosas en el cual Ellos pueden trabajar y vivir? ¿Lasvibraciones existentes en este planeta son similares a las de Ellos y a las cuales Ellos pueden responder? Sabemos que no es así y que mucho debe hacerse para facilitar Su trabajo. ¿Qué podemos hacer entonces?
Primero, enseñar la ley de evolución y su corolario inevitable, hombres perfeccionados. Debe enseñarse a los hombres que esas Grandes Almas existen, y existen enteramente para servir a Sus semejantes. El público debe ser familiarizado con Sus nombres y atributos, Su trabajo y propósito, y debe decirse a los hombres que Ellos están surgiendo para la salvación del mundo.
En segundo lugar, discípulos y aspirantes deben en todas partes vivir armoniosamente y amar. Las violentas vibraciones de nuestros alrededores deben ser aquietadas por una fuerte contra-vibración de amor, recordando siempre que al trabajar del lado de la evolución, el poder mismo del Altísimo está con nosotros, disponible para uso. Nada puede resistir a las constantes presiones de amor y armonía cuando se las aplica durante un tiempo suficientemente prolongado. No son esfuerzos irregulares los que cuentan. Es la presión invariable, largamente sostenida, la que al fin derriba la oposición y los muros de separatividad.
En tercer lugar, las organizaciones esotéricas deben apoyar todo lo que tiende a la unidad. Todos los tipos de trabajo, todos los esfuerzos exteriores de las muchas organizaciones deben encontrarse con amorosa cooperación y asistencia. Estamos en un mundo de empeño como puntos focales para el amor. Nuestro objetivo es ayudar a los Grandes y prestarLes esa inteligente asistencia que hará que Sus planes para la humanidad se materialicen. A través de nosotros, Ellos eligen trabajar para la elevación del mundo, y a través de los grupos esotéricos debe tener lugar la propuesta de ese esfuerzo espiritual intensificado que detendrá la marea del mal y evitará las posibles dificultades que acechan en la oscuridad del caos actual. El organismo viviente de aspirantes y discípulos puede proporcionar un centro de paz, poder y amor, de ayuda práctica y elevación espiritual, como el mundo no ha visto hasta ahora. Esa es la esperanza. Procuren que así sea.
También debe hacerse un trabajo definido en curación, en exorcismo y en cura de enfermedades mentales y astrales, y debe demostrarse al mundo que el antiguo poder de curar aún reside en las manos de aquellos que consistentemente siguen al Cristo. Aquellos que usan este poder sólo en bien de los pequeños, sin recibir ni buscar ninguna recompensa personal, pueden manifestar la antigua manera de curar que poco se asemeja a los métodos modernos de las escuelas mentales.
También debe darse preparación para el desarrollo de los poderes psíquicos superiores, y a través de la entrenada expresión de esos poderes se puede dar prueba a los científicos del mundo de las fuerzas latentes en el hombre que pueden ser utilizadas por quienes sabia y sensatamente siguen los pasos del Cristo, el Psíquico más grande de todo tiempo. Hospitales y escuelas aparecerán bajo la guía directa de los Maestros; surgirán Instructores Que pueden curar, y aparecerán otros que entrenarán las mentes de los alumnos para ser responsivas a inspiración directa desde lo alto. La facultad de la intuición debe ser desarrollada científicamente.
Finalmente, miembros de la Iglesia y miembros de las Fraternidades Masónicas deben familiarizarse con la significación interna de los varios ritos, ceremonias, colores y rituales, y con el trabajo efectuado en el piso del templo. Deben saber por qué tales y cuales cosas se hacen en el debido orden y la razón de las varias precedencias, las palabras, gestos y actos.
Si hubiera una real y verdadera respuesta a estas sugerencias prácticas, quizá fuera posible que el trabajo avance con mayor rapidez de lo que actualmente parece posible. Quizá se evite mucha dificultad y estrés si los aspirantes del mundo están a la altura de la oportunidad ofrecida y hacen debido sacrificio y esfuerzo. Tiene que hacerse mucho trabajo preliminar. Debe haber mucho trabajo pesado, arando el suelo y extirpando eso que es indeseable.
Esto puede tomar siete años. El trabajo a realizar en ese período será trabajo educativo silencioso, y la diligente propaganda que la Iglesia y organizaciones análogas puedan hacer. Clases deben ser impartidas por los ocultistas del mundo en las que se reduzca la enseñanza para satisfacer la necesidad de los pequeños; debería proclamarse la amplia plataforma sobre la cual debería permanecer la Iglesia, y debería darse instrucción en el significado de sus ceremonias y enseñanzas. Luego seguirán siete años de germinación de la simiente sembrada, un período de crecimiento e influencias en desarrollo. Esto nos lleva al período de trece años a partir de ahora, porque el ciclo de catorce comenzó el año antes de que yo les ofreciera estas sugerencias. Si el trabajo progresa como se desea, puede marcar el tiempo de la cercana aparición del Gran Señor y el sonido próximo de Sus pies.
Estos servidores que vigilan en el lado interno, los discípulos e iniciados involucrados en este trabajo, vigilan con amoroso cuidado a todos los que luchan en lo más denso del combate. Son como el Estado Mayor que sigue la batalla desde una segura eminencia. En Su seguridad yace vuestro éxito final, pues Ellos conservan en Sus manos la solución de muchos problemas, y aplican la solución cuando la batalla sigue un curso contrario. Una cosa siempre les ruego recordar, puesto que es de importancia vital. Es el hecho de que en la destrucción de la forma yace escondido el secreto de todo crecimiento evolutivo. Esto no es un truismo. Pueden verlo en expresión constante. Los Maestros utilizan la forma (una forma de organización eclesiástica, una Fraternidad Masónica, un grupo esotérico) lo más posible. Procuran obrar a través de la misma, aprisionando la vida dentro de los muros que confinan mientras sirva al propósito y la raza sea instruida a través de esa forma. Luego llega el momento en que la forma ya no sirve al intento, cuando la estructura se atrofia, se cristaliza y deviene vulnerable y fácilmente destruida. Entonces se va, y una nueva forma toma su lugar. Observen y vean si esto no es siempre así. En la infancia de la raza las formas perduraban por mucho tiempo. La evolución se movía más lentamente. Pero ahora, en esta tendencia ascendente, la forma tiene sólo breve duración. Vive vitalmente sólo por un breve período; con rapidez atraviesa su ciclo; con rapidez se desintegra y es sucedida por otra. Esta rapidez aumentará y no disminuirá a medida que la conciencia, o vida interna en expansión conciencializada de la raza, vibre con una frecuencia de ritmo más rápida.
Extraído de: “La Exteriorización de la Jerarquía”, Alice Ann Bailey.
