Agosto de 1946
Una de las cosas más importantes que emergen del tema de este evento asombroso e inminente (la reaparición de la Jerarquía en el plano físico), es el factor de los desarrollos y los ajustes que están ocurriendo dentro dela Jerarquía Misma en preparación para este acontecimiento. Incidentalmente, aquí señalaría que lo que tendrá lugar, y lo que ya está teniendo lugar tentativamente, es la exteriorización de los Ashramas.Los grandes departamentos oficiales, tales como el departamento de enseñanza o el de civilizaciones emergentes, no reaparecerán en este momento. Sus actividades todavía, durante un largo tiempo, serán retenidas dentro de la Jerarquía sobre Su propio plano. El primer paso es la aparición de ciertos Ashramas, controlados por ciertos Maestros, sobre el plano físico, evocando reconocimiento general y garantizando al público el hecho de la Jerarquía y la restauración de los Misterios. Más tarde, si estos pasos resultan exitosos, otras y más importantes reapariciones serán posibles, comenzando con el retorno del Cristo.
Pero mientras tanto, grandes y muy importantes acontecimientos están teniendo lugar dentro de la Jerarquía y en relación con Sus Miembros. Los discípulos sobre la periferia de cualquier Ashrama tienden a no tener en cuenta el entrenamiento y las actitudes de Aquellos que son sénior respecto a ellos en un Ashrama; con frecuencia pasan por alto el hecho de que Ellos también —desde el Cristo hasta el más humilde iniciado— están en proceso de constante y creciente disciplina jerárquica, entrenamiento e instrucción. Porque los discípulos sénior e iniciados han alcanzado una meta que durante mucho tiempo al aspirante término medio le ha parecido totalmente inalcanzable, se supone que han llegado; el hecho de que sólo han pasado un mojón sobre el eterno Camino de Beatitud se olvida por entero. Pero, debido a la impulsión de la vida misma, el progreso continúa siempre; conocimiento siempre debe ser trasmutado en sabiduría; amor siempre debe ir acompañado de voluntad divina; planificación siempre debe dar paso a propósito divino; luz siempre debe ser sucedida por vida; desde la Jerarquía, el iniciado debe pasar a Shamballa y desde Shamballa seguirá uno u otro de los siete Senderos; el Sendero de Evolución siempre da lugar al Camino de la Evolución Superior; reconocimientos planetarios al fin se expanden en contactos solares; la conciencia-Cristo al fin se despliega en algo tan omninclusivo que hasta ahora no tenemos palabra algunapara elloo cualquier necesidad de palabras; reconocimiento del Padre y del ser monádico hace que todos los reconocimientos menores se apaguen, y conciencia-alma y vida progresiva en la forma ya no son metas sino que se las deja muy atrás.
A pesar de todo esto, es necesario recordar que el beneficio de toda experiencia persiste para siempre, nada se pierde jamás; lo que la vida en la forma ha conferido, todavía está en posesión de la entidad espiritual inmortal; lo que la conciencia-alma ha estrechado e incluido, todavía es la rica dote del Ser, centrado ahora en la Mónada; experiencia jerárquica es fundida en los propósitos de la Cámara del Concilio en Shamballa, pero habilidad para trabajar en la Jerarquía perdura siempre porque la constitución e institución jerárquica condiciona toda manifestación —por qué razón esto es así, nadie sabe, pero así es la Voluntad divina.
En síntesis y en la concienciación omninclusiva de la gran Vida que estrecha todo lo que es, toda cosa (excepto lo que conocemos como mal) es persistente y dura por siempre.
Habrán notado (si son verdaderos estudiantes de lo que he divulgado al mundo) que la información tocante a la Jerarquía ha caído en tres categorías mayores:
- El trabajo de la Jerarquía en relación con el hombre y los tres mundos de evolución humana.
- La constitución interior de la Jerarquía y su actividad interna.
- Su relación superior con Shamballa y con vivencia extra-planetaria.
Gran parte de lo que se les ha trasmitido en las dos categorías finales ha sido fundido por ustedes en una interesada pero totalmente impráctica realización de que la Jerarquía aparentemente tiene una vida propia que prosigue independientemente de la humanidad y que también tiene sus propias metas y objetivos que a ustedes no les conciernen. Estas deducciones dependen de que los domine la mente separativa, pues en realidad el trabajo y la actividad que prosigue en los tres centros —Shamballa, la Jerarquía y Humanidad— están fundidos, fusionados y son interdependientes; todos ellos son mutuamente evocadores e invocadores.
Por ejemplo, el hecho de que la Jerarquía está acercándose más a la humanidad y al fin hará una aparición sobre el plano físico se debe no sólo a intención jerárquica, sino a la demanda del género humano y a la fuerte vibración y nota que la humanidad ha establecido. En esa medida, la humanidad controla alguna de las actividades de la Jerarquía y así precipita acción. Al mismo tiempo, todo lo que está sucediendo puede ser atribuido a Shamballa, es inherente al propósito divino y es impulsado e impelido por energía de Shamballa, distribuida de punta a cabo del planeta, vía la Jerarquía en la mayoría de los casos. Ambos, la Jerarquía y Humanidad, son puestos bajo la influencia de fuerzas extra-planetarias que hacen su impacto sobre el planeta, vía Shamballa. Por lo tanto, una gran interdependencia emerge, de la cual los centros coronario, cardíaco y plexo solar en el cuerpo etérico del hombre individual son símbolos y cuya relación unificada mantiene al hombre funcionando y demostrando como un todo coherente en un particular nivel de conciencia. Es esencial que los estudiantes se esfuercen por captar esto y así desarrollar dentro de sí mismos por lo menos los rudimentos de esta captación sintética unificada de condiciones vivientes y de una situación vital.
Estas instrucciones pueden ayudar a todos los aspirantes y discípulos sensatos a desarrollar este tipo de comprensión con tanta velocidad y exactitud como sea posible. Es característico del tipo de mente jerárquico: interesado en sí mismo como grupo divino, consciente del tirón y poder evocador del centro más elevado de todos, Shamballa, responsivo a las demandas de la humanidad y sensitivo al “llamado” de ese tercer centro mayor a través del cual la vida del Logos planetario se expresa. La conciencia del Maestro se preocupa por lo tanto de tres líneas principales de responsabilidad, pero sólo una de ellas es innata dentro del organismo viviente del cual Él es una parte; ese aspecto de Su vida es invocador en dos direcciones: hacia Shamballa y hacia Humanidad; para Él, los otros dos centros son evocadores.