Los Objetivos en la Meditación – Primera Parte

CONSIDERADAS correctas las teorías delineadas en los capítulos precedentes, será útil establecer con claridad la meta definitiva que persigue el hombre culto cuando empieza a practicar la meditación y diferenciar entre la meditación y lo que el cristiano llama plegaria. Es esencial tener una idea clara de estos puntos si queremos progresar en forma práctica, pues la tarea del investigador es ardua; necesita algo más que un entusiasmo pasajero y un esfuerzo momentáneo, para dominar esta ciencia y aplicar eficazmente su técnica.

La organización de la mente es una tarea continua, y la aplicación de la mente a todo asunto entre manos durante nuestras ocupaciones diarias, es la mejor forma de hacer fructíferos los períodos de estudio y meditación y lograr la aptitud para la vocación de discípulo.

La meditación es tan a menudo considerada como el medio para establecer contacto con el alma. Sin embargo, la gente a menudo olvida que este contacto es ocasionado con mucha frecuencia por una actitud reflexiva interna de la mente, por una vida dedicada al servicio y al altruismo y por una determinación de disciplinar la naturaleza inferior, para que pueda llegar a ser un verdadero canal para el alma. Cuando estos tres métodos de desarrollo son plenamente expresados y llegan a ser una tendencia de vida o hábitos permanentes, entonces la meditación puede ser trasladada a otra categoría de utilidad y servir como una técnica para el desarrollo de la intuición y para la solución de problemas grupales.

Meditación es el proceso por el cual se frustran las tendencias objetivas y los salientes impulsos de la mente, y esta comienza a ser subjetiva, a enfocarse y a intuir. Esto puede enseñarse por intermedio de profundo pensar sobre cualquier tema —matemáticas, biología, etc.

Muchos están en proceso de vincular los tres aspectos inferiores, que nosotros llamamos la personalidad, con el alma misma, a través de meditación, disciplina, servicio y atención dirigida. Cuando esto se ha logrado, se establece una relación definida entre los pétalos de sacrificio o voluntad, del loto egoico, y los centros coronario y cardíaco, produciendo así una síntesis entre conciencia, el alma y el principio vida. El proceso de establecer esta interconexión e interrelación y el fortalecimiento del puente así construido, continúa hasta la tercera iniciación. Las líneas de fuerza están entonces tan interrelacionadas, que el alma y su mecanismo de expresión son una unidad. Una mezcla y fusión superior puede entonces continuar.

Por medio de la concentración y la meditación se enseñará a los hombres cómo pueden adquirir conocimiento por sí mismos, desarrollar la intuición y extraer los recursos del Ego. Así se enseñará al hombre a pensar, a asumir el control del cuerpo mental y a desarrollar sus poderes latentes.

Como se verá, lo atribuido a la meditación es muy elevado, y el peso del testimonio de los místicos e iniciados de todas las edades puede corroborarlo. El hecho de que otros hayan logrado puede alentarnos e interesarnos, pero únicamente eso a menos que emprendamos alguna acción definida. Que hay una técnica y una ciencia de unión, basadas en el correcto manejo del cuerpo mental y su correcto uso puede que sea profundamente cierto, pero este conocimiento no es de utilidad a menos que cada pensador educado encare la cuestión. Debe decidir sobre los valores implicados y dedicarse a demostrar el hecho de la mente, su relación en las dos direcciones (con el alma por un lado y con el medio ambiente externo por el otro) y, finalmente, su capacidad para utilizar esa mente a voluntad, según decida. Esto implica el desarrollo de la mente como un sentido sintetizado, o sentido común, y rige su empleo en relación con el mundo de la vida terrena, de las emociones y del pensamiento. Involucra también su orientación a voluntad hacia el mundo del alma, y su capacidad de actuar como un intermediario entre el alma y el cerebro físico. La primera relación se desarrolla y fomenta por medio de sensatos métodos de educación exotérica y de entrenamiento; la segunda es posible por la meditación, una forma más elevada del proceso educativo.

Actualmente meditación está asociada en las mentes de los hombres con materias religiosas. Pero eso se relaciona sólo con el tema. La ciencia puede ser aplicada a todo posible proceso de vida. En realidad, esta ciencia es una rama subsidiaria, preparatoria para la Ciencia del Antakarana. Es realmente la verdadera ciencia de construcción del puente oculto, o puenteo en conciencia. Por este medio, particularmente en las primeras etapas, se facilita el proceso de construcción.

Es uno de los principales modos de funcionamiento espiritual; es uno de los principales caminos a Dios; relaciona a la mente individual eventualmente con la mente superior y luego con la Mente Universal.

Es una de las principales técnicas de construcción y eventualmente dominará a los nuevos métodos educativos en escuelas primarias y superiores. Está principalmente destinada a:

  1. Producir sensitividad a las impresiones superiores.
  2. Construir la primera mitad del antakarana, entre la personalidad y el alma.
  3. Producir una eventual continuidad de conciencia. Meditación es esencialmente la ciencia de la luz, porque obra en la sustancia de la luz.

“El Maestro Lü Tzŭ dijo: ‘Cuando se logra producir gradualmente la circulación de la Luz, el hombre no deberá abandonar sus ocupaciones comunes al hacerlo’. Los antiguos decían: ‘Cuando nos dan ocupaciones, debemos aceptarlas; cuando nos llegan las cosas debemos comprenderlas totalmente. Si las ocupaciones están reguladas por pensamientos correctos, la Luz no se diluye por cosas externas, sino que circula de acuerdo a su propia ley’

Estas características de la iluminación y sus resultados se observan actuando en la conciencia del hombre que ha progresado a través de las etapas delineadas [en este libro].

Extraído de: “ Del Intelecto a la Intuición, Un Tratado sobre Fuego Cósmico, Un Tratado sobre Magia Blanca, Discipulado en la Nueva Era, Tomo I, y Educación en la Nueva Era”, Alice Ann Bailey.