INTERACCIÓN CONSCIENTE

El entrenamiento dado por los Maestros en Sus Ashramas a Sus discípulos tiene un solo objetivo principal: aumentar, desarrollar y capacitarlos para utilizar en servicio su inherente e innata sensitividad. Al discutir estas materias, evitemos esa tan desgastada palabra “vibración” y usemos en cambio la más simple y más fácilmente comprendida palabra “impacto”. Respuesta al impacto es algo que todos registramos. Nuestros cinco sentidos han abierto a toda la gente cinco grandes reinos desde los cuales viene el impacto, y estamos tan familiarizados con todos ellos que nuestra respuesta es ahora automática y, aunque registrada, no lo es conscientemente, a menos que haya una razón planeada y dirección intencional. Respondemos similarmente y tan automáticamente a estímulos emocionales, y rápidamente (muy rápidamente) la raza está extendiéndose hacia telepatía mental. Algunos pocos están comenzando a trabajar en las líneas de telepatía espiritual. Pocos hacen más que registrar ocasionalmente contactos que emanan de una fuente elevada, y por lo general el resultado está también mezclado en exceso con reacciones de la personalidad.

  1. Contacto puede ser definido (para nuestros propósitos particulares) como reconocimiento de un medioambiente, un área de lo hasta ahora desconocido, de eso que de algún modo ha sido evocado, de un algo distinto que ha hecho sentir su presencia. Este algo distinto del Perceptor generalmente ha sido presentido con anterioridad, ha sido postulado en una posibilidad teórica, más tarde ha sido invocado por la dirigida y consciente atención de quien ha presentido su presencia, y finalmente se hace contacto.
  2. Impacto es algo más que simplemente registrar contacto. Se trasforma en interacción consciente; trasmite información posterior; es de naturaleza reveladora, y puede ser definido en sus etapas iniciales como la garantía, para el que responde a ello, de una nueva área de exploración y de aventura espiritual, y como la indicación de un campo más amplio donde la conciencia puede expandirse más y más y registrar cada vez más el propósito divino que espera ser más plenamente conocido.

Por lo tanto, desde el campo más normal de lo que podemos llamar percepción telepática ordinaria (recién llegando a ser reconocida por la ciencia ordinaria), a través de un proceso de invocación y evocación lentamente aprendido, hasta un estado de conciencia caracterizado por una sensitividad entrenada, el discípulo avanza. Desenvuelve un reconocimiento espiritual que es controlado, comprendido y dirigido hacia fines jerárquicos útiles. En estas palabras, tienen una definición muy simple del proceso al que técnicamente llamamos: La Ciencia de Impresión.

Otro punto a recordar es que esta ciencia es la fundamental Ciencia de Sensitividad; es el arte de toda responsividad a fenómenos y se aplica especialmente a la reacción, al reconocimiento, a la responsividad y al registro de todos los fenómenos que se encuentran en todo el plano físico cósmico. Este es el plano en que toda nuestra triple Vida planetaria halla expresión y al cual hemos subdividido (en beneficio del claro pensar) en los siete planos (así llamados) de nuestro sistema solar —desde lo que llamamos nuestro plano físico más inferior, ascendiendo hasta nuestro plano más elevado, el logoico.

En las tempranas etapas de responsividad a las dos fases de contacto e impacto, la primera tarea es desarrollar el necesario aparato de contacto, el medio de aprendizaje, el mecanismo de registro, y luego aprender a utilizarlo constructiva e inteligentemente. Este trabajo avanza de ciclo en ciclo, en las más tempranas etapas, sin ninguna intención consciente por parte de la unidad de vida, desarrollando así; sin embargo campo tras campo de conciencia es lentamente registrado, y área tras área de los mundos circundantes, físico, mental y espiritual, entran dentro del ámbito de percepción y son dominados y controlados, hasta que finalmente la unidad de vida (no sé qué más llamarlo) deviene el ser humano, auto-dirigido, un individuo. Finalmente el hombre deviene el Maestro, controlando y dirigiendo dentro de la periferia de Su amplia concienciación, en consonancia con la Mente y el Plan divinos.

Pero —y este es un punto que procuro imprimir en ustedes— la humanidad, sujeta a este constante proceso de expansión desde el surgimiento del cuarto reino en la naturaleza, el humano, ahora ha alcanzado la etapa en que puede comenzar a pasar fuera del control de lo que ha sido llamado la Ley de Triple Respuesta y entrar en una nueva fase de desenvolvimiento donde un reconocido dualismo domina. Esta es una declaración muy importante.

Anteriormente hice la siguiente declaración que, a medida que la estudien, resumirá el precedente análisis detallado. Al definir impresión, dije que “concierne a la gestación de un aura magnética sobre la que puedan actuar las impresiones más elevadas”. Esto también podría servir como una definición del arte de invocación y evocación. A medida que el hombre (pues no consideraremos esta ciencia aparte de él, ya que incluiría un campo demasiado vasto) deviene sensitivo a su medioambiente, a medida que las fuerzas de la evolución lo aprovechan y lo conducen de una etapa a otra, de un punto a otro, de un plano a otro y de una altura a otra, él deviene enriquecido y cada vez más magnético. A medida que esta fuerza atractiva o magnética aumenta, él mismo deviene invocador; esta demanda saliente, emanando desde o a través del aura que ha engendrado, le trae una revelación en desarrollo. Esta revelación, a su vez, enriquece el campo magnético de su aura de manera que él se vuelve un centro revelador para aquellos cuya aura y campo de experiencia necesitan el estímulo de su seguridad experimentada.

Algún día, dos tercios de la familia humana serán sensitivos a impactos provenientes de la Mente de Dios, a medida que esa Mente realiza sus intenciones y lleva a cabo sus propósitos dentro de nuestro círculo-no-se-pasa planetario. A su vez, la humanidad proporcionará el área de mente dentro de cuyo círculo-no-se-pasa los reinos subhumanos hallarán la correspondencia de la Mente Universal que necesitan para su desenvolvimiento; el hombre, como bien saben, es el macrocosmos para el microcosmos de los reinos inferiores en la naturaleza. Esta es la meta de todo servicio humano.

La Ciencia de Impresión podría considerarse, en el último análisis, como la ciencia fundamental de la conciencia misma, pues el resultado de contacto e impacto conduce al despertar y al desenvolvimiento de conciencia y de esa creciente concienciación que distingue a cada forma en todo el mundo manifestado. Toda forma tiene su propia área de concienciación, y evolución es el proceso por el cual las formas responden al contacto, reaccionan al impacto y pasan hacia un mayor desarrollo, utilidad y efectividad. La Ley de Evolución y la Ciencia de Impresión cubren el desenvolvimiento de conciencia y producen adaptabilidad al alma inmanente. La ciencia moderna, a través de su trabajo en los campos de sicología y medicina (para mencionar sólo dos) y sus experimentos con formas que han establecido los modos de construir y traer a la existencia los variantes mecanismos de contacto que se encuentran en los diferentes reinos de la naturaleza, ha dominado gran parte del desarrollo evolutivo del aparato de respuesta exotérica. No intentaremos ocuparnos de todo esto; es correcto en lo que a ello se refiere. Nos limitaremos a considerar los contactos e impactos que afrontan hoy los discípulos e iniciados del mundo, al trabajar en la Jerarquía y a través de un Ashrama, y cuyo sendero de progreso es como una luz brillante que resplandece cada vez más hasta que se haya logrado pleno esclarecimiento.

Extraído de: “Telepatía y el Vehículo Etérico”, Alice Ann Bailey.