Información de Naturaleza Preparatoria


Agosto de 1946

Quienes hacen el trabajo de llegar a la humanidad con la información necesaria, se dividen en dos grupos principales:

  1. Discípulos y aspirantes convencidos que hoy están trabajando en el campo del ocultismo.
  1. Esos discípulos e iniciados que surgirán de los tres Ashramas y cuyo trabajo en gran parte es actuar como la vanguardia de la Jerarquía y precederla en manifestación externa. Esto comenzará en el año 1975, si los discípulos ahora activos hacen su trabajo adecuadamente.

Mucho ya se ha hecho familiarizando al gran público con el concepto de la Jerarquía. Mucho de esto se ha hecho de una manera tal como para desacreditar todo el tema, como bien saben. Los grupos que se ocupan ahora de diseminar enseñanza ocultista harían bien en cambiar sus métodos si —bajo su pronunciada ignorancia y su amor a lo espectacular— radicara una creencia verdadera y un deseo humanitario real. La información respecto a la Jerarquía debería seguir las siguientes líneas:

  1. Debería ponerse énfasis sobre la evolución de la humanidad con particular atención a su meta: perfección. No es la perfección idealista del místico visionario, sino el control del instrumento, el hombre en encarnación, por el alma que mora internamente y cubre con su sombra. La constitución del hombre debería enseñarse cada vez más.
  1. Debería enseñarse la relación del alma individual con todas las almas, y con ello el reconocimiento de que el tan esperado reino de Dios es simplemente la aparición de hombres controlados por el alma, en la tierra, en la vida cotidiana y en todas las etapas de ese control.
  1. A partir de un reconocimiento de esta relación, puede luego deducirse el hecho de la Jerarquía espiritual y enfatizarse la normalidad de su existencia. Aparecerá el hecho de que el Reino siempre ha estado presente pero ha permanecido sin reconocer debido a las relativamente pocas personas que expresan, hasta ahora, su cualidad.
  1. Cuando este reconocimiento se haya generalizado, la idea (a estas alturas permanentemente presente en la conciencia humana en todas partes) y el buen sentido también, testimoniarán el hecho de la presencia de Quienes han alcanzado la meta; Su demostración de divinidad será juzgada normal, como constituyendo un objetivo universal y como la garantía de la realización futura de la humanidad; grados de esta expresión divina pueden señalarse entonces, abarcando desde el discípulo en probación, a través de los discípulos, hasta Quienes han alcanzado maestría y hasta el Cristo inclusive.
  1. Así gradualmente la idea o el concepto de la existencia, en presencia corpórea, de los Maestros, será inculcado y constantementeaceptado; se desarrollará una nueva actitud hacia el Cristo, la cual incluirá todo lo mejor que el pasado nos ha dado, pero que integrará a los hombres en un más sensato y aceptable acercamiento al problema entero.
  1. Llegará el momento en que se aceptará el hecho de la presencia en la tierra del Cristo como Cabeza de la Jerarquía y Director del Reino de Dios; los hombres también conciencializarán la verdad de la presente declaración revolucionaria de que en ningún momento Él ha dejado la tierra.
  1. También se pondrá cada vez más énfasis sobre el Plan en desarrollo, y los hombres serán llevados a reconocerlo a través de un estudio de la evolución de la familia humana, a través de una rigurosa consideración de los procesos históricos y a través de un análisis comparativo de antiguas y modernas civilizaciones y culturas. El hilo de propósito será notado y seguido, siglo tras siglo, integrando no sólo la historia en un solo relato completo de la revelación decualidades divinas por intermedio de la humanidad, sino integrando con ella y en ella todas las filosofías mundiales, el tema central de todo arte creativo, el simbolismo de la arquitectura y las conclusiones de la ciencia.

Este acercamiento del hecho central de la evolución humana —el constante crecimiento de divinidad y la revelación, a través del hombre, de poderes divinos— contrarrestará la fantasiosa, fantástica presentación de la Jerarquía que ha coloreado todos los movimientos ocultistas y las diversas presentaciones teosóficas y rosacruces. El tema será presentado de una manera aceptable y razonable. No será un proceso más lento, sino al revés. Los resultados de la antigua y tonta manera de introducir el tema, han retardado grandemente el trabajo previsto. Los hombres, sin embargo, en el futuro, aceptarán con rapidez y agradecimiento lo que es razonable y lo que tiene sus raíces en el pasado, puede ser probado por la historia, y lo que presenta una verdadera y posible esperanza para el futuro.

Puede esperarse que el cristiano ortodoxo al principio rechace las teorías acerca del Cristo que presenta el ocultismo; al mismo tiempo, este mismo cristiano ortodoxohallará cada vez más difícil inducir a las masas inteligentes de personas a aceptar la Deidad imposible y el Cristo débil que el cristianismo histórico ha respaldado. Un Cristo presente y viviente, Quien es conocido por aquellos que Lo siguen, Quien es un ejecutivo fuerte y capaz y no un sufridor dulce y sentimental, Quien nunca nos ha dejado sino que ha trabajado durante dos mil años por intermedio de Sus discípulos, hombres y mujeres inspirados de todas las fes, todas las religiones y todas las convicciones religiosas; Quien no presta utilidad alguna ni al fanatismo ni a la devoción histérica sino Quien ama a todos los hombres de manera persistente, inteligente y optimista; Quien ve divinidad en todos ellos y Quien comprehende las técnicas del desarrollo evolutivo de la conciencia humana (mental, emocional y física, produciendo civilizaciones y culturas apropiadas a un punto particular en la evolución) —el público inteligente puede aceptar y aceptará estas ideas.

Ellos se prepararán y trabajarán para esas condiciones en el mundo en las que Cristo pueda moverse libremente entre los hombres, en Presencia corpórea; Él entonces no necesita permanecer en Su presente retiro en Asia Central. Ellos pueden aceptar y aceptarán con facilidad la unidad de todas las fes cuando la relación del Buda y del Cristo sea presentada correctamente; entonces la imagen de un Cristo demandando una posición única, con exclusión de todos los demás hijos de Dios, desaparecerá en la maravilla de la verdadera sucesión apostólica, en la que muchos hijos de Dios, en diferentes rayos, de nacionalidades que varían y con misiones que varían, han de ser vistos históricamente conduciendo a la humanidad por el sendero de desenvolvimiento divino y más cerca de Dios, la Fuente.

Extraído de: “La Exteriorización de la Jerarquía”, Alice Ann Bailey.