TRES TIPOS DE ENERGÍA

Inter-relación telepática entre los miembros de un grupo crece por medio de una constante actitud de pensamiento reflexivo y un firme amor mutuo. Les recordaría que cuando uso estos términos estoy refiriéndome a los dos tipos principales de energía hoy en el mundo. Esencialmente, energía es sustancia activa. … El trabajo telepático, por lo tanto, concierne a tres tipos de energía que se demuestran como fuerzas con el poder de motivar:

1. La fuerza de amor con su cualidad negativa la cual

  1. Atrae el material necesario con el cual revestir la idea, el pensamiento o concepto a ser trasmitido; es también el agente atractivo utilizado por el receptor. En consecuencia tanto el trasmisor como el receptor trabajan con el mismo agente, pero el trasmisor usa la energía de amor del todo mayor, mientras que el receptor concentra, sobre el trasmisor, la energía de amor de su propia naturaleza. Siendo esto así, pueden ver por qué recalco la necesidad de amor y de no-crítica.
  2. Constituye la cualidad coherente que conecta al trasmisor y al receptor, y que también produce la coherencia de lo que es trasmitido.

Por consiguiente será obvio para ustedes que sólo en este momento podemos comenzar a esperar una expresión más amplia y más general en el mundo de hoy de los procesos de telepatía, pues sólo hoy día el principio amor realmente está comenzando a afectar al mundo en gran escala. El amor a una causa, a un partido o a una idea está llegando a prevalecer cada vez más, produciendo en las etapas iniciales los aparentemente amplios clivajes con los cuales estamos tan familiarizados y por los cuales estamos tan afligidos en este momento, sin embargo produciendo finalmente un predominio de las actitudes de amor que salvarán brechas y producirán síntesis entre los pueblos. Amor (no sentimiento) es la clave del trabajo telepático exitoso. Por lo tanto ámense uno al otro con renovado entusiasmo y devoción; procuren expresar ese amor en todas las formas posibles —en el plano físico, en los niveles de la emoción y mediante recto pensamiento. Que el amor del alma se propague a todo como una fuerza regeneradora.

2. La fuerza de mente. Esta es la energía iluminadora que “alumbra el camino” de una idea o forma a ser trasmitida y recibida. No olviden que luz es sustancia sutil. Sobre un rayo de luz la energía de la mente puede materializarse. Esta es una de las más importantes declaraciones hechas en conexión con la ciencia de la telepatía.

El éxito de esto depende del alineamiento de los cuerpos del trasmisor y el receptor. La doble línea de contacto debe ser la de energía mental y energía eléctrica cerebral. El magnético poder del amor para atraer atención, para producir alineamiento y para suscitar rapport y comprensión no es todo lo que se necesita en la nueva telepatía que distinguirá a la nueva era. También debe haber desarrollo mental y control mental.

Esta forma de telepatía no es una función del alma animal, como en el caso del contacto del plexo solar y la respuesta a mensajes por el hombre o la mujer emocionalmente polarizados. Este rapport telepático y respuesta es una característica del alma humana obrando de mente a mente y de cerebro a cerebro. Literalmente es un estado de conciencia que está suficientemente condicionado por la persona mental integrada de manera que es consciente del estado mental y los procesos de pensamiento de otra persona, y los incluye.

3. La energía de prana, o la fuerza etérica del cuerpo vital. Esta energía, por un acto de la voluntad y bajo la presión del magnético poder del amor, responde a las energías duales antes mencionadas, o las recibe. La idea, formapensamiento o impresión mental que debe ser grabada en la conciencia cerebral del receptor abre un camino en los fluidos pránicos y controla la actividad de ellos (la cual es tan incesante como las propensiones hacedoras-de-formapensamiento de la chitta) de tal modo que el cerebro deviene responsivo de dos maneras:

  1. Se lo vuelve pasivo por el impacto de los tres tipos de energía, combinados y fusionados en una sola corriente de fuerza.
  2. Deviene activamente responsivo a la idea, impresión, formapensamiento, símbolo, palabras, etc., que están siendo barridos a la zona de su actividad consciente.

Permítaseme intentar reducir la información anterior a simplicidad práctica, mostrando de ese modo cómo estos tres tipos de energía pueden ser utilizados en trabajo práctico:

  1. Por el uso de la energía de amor de tres maneras:
    • Enviando amor (no sentimentalismo) a sus hermanos en el momento de la trasmisión o recepción.
    • Capitalizando el inherente poder del amor para atraer el material o la sustancia y de ese modo “revestir” en el sentido oculto aquello que ustedes envían.
    • Emitiendo la “revestida” idea, impresión, etc., sobre una corriente de amor que su hermano —alerta, receptivo y expectante— atraerá hacia sí por medio de su consciente amor por ustedes.
  2. Por el uso de energía mental mediante el esfuerzo de polarizarse usted mismo en los niveles mentales de conciencia. Por un definido acto de la voluntad ustedes elevan su conciencia al plano mental y la mantienen allí. Esta acción es un reflejo sobre un plano inferior, y en la conciencia cerebral, de la capacidad de la mente para mantenerse a sí misma en la luz. El éxito de todo trabajo telepático que ustedes hagan, como grupo o como individuos, dependerá de la capacidad de “mantenerse a sí mismos firmes en la luz” mentalmente. La diferencia es que esta vez lo hacen con el propósito del trabajo planeado e intentan mantener la mente firme en la luz del grupo o en la luz de cada uno, y no tan específicamente en la luz de vuestra propia alma
  3. Por el uso consciente organizado de la energía del centro ajna etérico, y a veces del centro coronario, cuando se recibe, y del centro laríngeo, cuando se trasmite. Esto pone en actividad la fuerza etérica cuando se participa en trabajo telepático, pero conlleva su consciente subordinación al poder de las otras dos energías. Prácticamente, observarán que esto involucra, por parte del discípulo, el poder de hacer tres cosas a la vez. Tienen que reflexionar más profundamente sobre el hecho y la necesidad de energía saliente activa [i29] cuando están ocupados con la tarea de trasmisión, y con receptividad activa cuando están funcionando como un receptor.

    La necesidad de receptores sensitivos es grande. Entrénense. Olvídense de sí mismos y de sus propios pequeños asuntos insignificantes —tan insignificantes y sin importancia cuando se los considera en relación con las cuestiones trascendentales del momento presente. Mantengan un oído atento a las voces que emanan desde el mundo del Ser espiritual y ámense unos a otros con lealtad y firmeza.

    Extraído de: “Telepatía y el Vehículo Etérico”, Alice Ann Bailey.