… se podría decir que:
Los signos del zodiaco afectan primariamente al hombre que vive debajo del diafragma. Este es el hombre común término medio. Estos signos condicionan así cuatro centros:
- La base de la espina dorsal.
- El centro sacro.
- El centro plexo solar.
- El bazo.
El grupo interno de sistemas solares, obrando en conjunción con los signos zodiacales, afectan primariamente a quienes viven arriba del diafragma. Por lo tanto, condicionan:
- El centro cardíaco.
- El centro laríngeo.
- El centro ajna.
- El centro coronario.
Tres energías obran a través del centro coronario pero sólo después de la tercera iniciación.
Hay uno o dos puntos más que podrían ser notados aquí también. Los noto para vuestro esclarecimiento. De las muchas energías que afectan, pasan a través y producen efectos sobre nuestro planeta, la astrología esotérica enfatiza los cuatro tipos de fuerza siguientes porque ellos afectan lo que podría llamarse la personalidad de nuestra Tierra:
- La cualidad de nuestro sistema solar. Dios es un fuego consumidor pero Dios es también amor. Esta es la enseñanza de la verdad tanto esotérica como exotérica.
- La cualidad del Logos de nuestro planeta a medida que afluye a través de las cadenas, las rondas, las razas y los reinos de la naturaleza.
- La cualidad del planeta complementario de la Tierra, que es el polo opuesto de la Tierra, esotéricamente considerado. Este planeta es Venus.
- La cualidad de la atracción de los tres planetas que producen un triángulo esotérico de fuerza.
Varias veces usé la frase “pasar a través de” los centros y formas. Este concepto hace necesaria la idea de centros distribuidores a los cuales las energías entrantes puedan ir y de los cuales puedan salir nuevamente como radiación. Alguna idea de esto podría ser captada si yo les diera la nueva proposición (nueva para ustedes aunque vieja para esoteristas) de los centros en el cuerpo etérico humano. Los cuatro centros arriba del diafragma —los centros cardíaco, laríngeo, ajna y coronario— son básica y primariamente centros receptores. Los centros debajo del diafragma —los centros en la base de la espina dorsal, el sacro, el plexo solar y el bazo— son galvanizados en actividad por los cuatro centros receptores superiores. …
A medida que trabajamos y estudiamos sobre estas materias, tengamos siempre en mente el hecho de que estamos considerando los siete rayos y sus inter-relaciones en el proceso cósmico. Esotéricamente nos conciernen:
- Los siete rayos y los doce signos del zodiaco.
- Los siete rayos y las doce Jerarquías Creativas.
- Los siete rayos y los planetas conforme gobiernan las doce casas de expresión.
A medida que reflexionamos y pensamos y a medida que correlacionamos los varios aspectos de la enseñanza, hallaremos emergiendo tres proposiciones que gobiernan el influjo de vida al planeta y al hombre individual:
Proposición Uno: Toda vida de rayo es una expresión de una vida solar y todo planeta está por lo tanto:
Vinculado con toda otra vida planetaria.
Animado por energía fluyendo hacia él desde los siete sistemas solares, de los cuales el nuestro es uno.
Activado por tres corrientes de fuerza:
Proveniente de sistemas solares distintos al nuestro.
Nuestro propio sistema solar.
Nuestra propia vida planetaria.
Proposición Dos: Cada una de las vidas de rayo es el recipiente y el custodio de energías provenientes de:
Los siete sistemas solares.
Las doce constelaciones.
Proposición Tres: La cualidad de una vida de rayo —manifestando en tiempo y espacio— es lo que determina la aparición fenoménica.
Nos conciernen energías que pueden evocar y efectivamente evocan respuesta y de las cuales el hombre puede percatarse y, en muchos casos, se percata hoy..:
- La humanidad no desarrollada está primariamente condicionada en su vida y circunstancias por la influencia del zodiaco menor y en consecuencia por la posición de los planetas en las doce casas.
- La humanidad inteligente promedio y los que se acercan al Sendero del Discipulado y en el Sendero de Probación responden conscientemente a:
Los planetas, afectando a sus personalidades.
El signo del Sol, como indicando tendencias de vida que ya están establecidas y que constituyen la línea de menor resistencia.
El signo ascendente en una pequeña medida. Esto indica la meta de vida para ese ciclo de vida particular o si no para un período de siete vidas. Los dos últimos constituyen el Zodiaco Mayor.
- Discípulos e iniciados pueden comenzar conscientemente a responder a todas las influencias anteriores, manejándolas constructivamente, además de esas fuerzas potentes aunque infinitamente sutiles que afluyen a nuestro sistema solar desde las tres constelaciones mayores antes referidas. En las primeras etapas, la respuesta es en los cuerpos más sutiles y el cerebro no logra registrarlas, pero después de la tercera iniciación, hay un reconocimiento de ellas sobre el plano físico.
El esbozo general del camino astrológico es todo lo que es posible hoy, hasta el momento en que el hombre pueda pensar en totalidades más grandes y tenga una capacidad más sintética.
Mucho progreso hacia correcta comprensión de la astrología vendrá más tarde cuando ciertas nuevas meditaciones [e366] sobre los doce signos del zodiaco se pongan a disposición. Cuando el mundo se apacigüe nuevamente en un vivir más calmo y se ajusten las condiciones a un ritmo más estable, estas nuevas meditaciones pueden formar una potente fuente de utilidad para “dar brillo a la red de vida” y para producir un vivir espiritual más efectivo entre los hombres.
El problema de todos los discípulos sigue siendo el mismo, es decir, vivir simultáneamente la vida interna agudamente sensitiva del Peregrino sobre el sendero de vida, de un ser humano en el mundo de eventos humanos; vivir la vida grupal del discípulo prometido y la vida masiva de la humanidad; cumplir con su propio destino espiritual, por intermedio de una personalidad controlada y, al mismo tiempo, participar plenamente de la vida de la humanidad sobre la Tierra —esto no es ninguna tarea fácil.
Extraído de: Astrología Esotérica, Alice Ann Bailey


