En la unión está la fuerza. Esta es la segunda ley que gobierna la comunicación telepática.
La primera ley es:
- El poder de comunicar se halla en la naturaleza misma de la propia sustancia. Está potencialmente dentro del éter, y la significación de la telepatía ha de encontrarse en la palabra omnipresencia.
La segunda ley es:
- La interacción de muchas mentes produce una unidad de pensamiento que es suficientemente poderosa para ser reconocida por el cerebro.
Aquí tenemos una ley que gobierna una actividad subjetiva y otra ley que gobierna la manifestación objetiva. Expresemos estas leyes de la manera más simple posible. Cuando cada miembro del grupo pueda funcionar en su mente-conciencia, no restringido por el cerebro o la naturaleza emocional, descubrirá la universalidad del principio mental, el cual es la primera expresión exotérica de la conciencia del alma. Entonces entrará en el mundo de ideas, volviéndose consciente de ellas por medio de la sensitiva y receptora placa de la mente. Entonces procura hallar a quienes responden al mismo tipo de ideas y reaccionan al mismo impulso mental, simultáneamente con él. Uniéndose a ellos, se descubre a sí mismo en rapport con ellos.
La comprensión de la primera ley produce resultados en la mente o cuerpo mental. La comprensión de la segunda ley produce resultados en una estación receptora menor, el cerebro. Esto es posible mediante el fortalecimiento de la propia re-acción mental de un hombre por la re-acción mental de otros, similarmente receptivos. Por lo tanto se hallará que este proceso de comunicación, gobernado por estas dos leyes, ha estado siempre en operación entre los adeptos, los iniciados y discípulos avanzados que están en cuerpos del plano físico. Ahora la operación de este proceso ha de ser extendida y constantemente desarrollada por el emergente grupo de místicos y servidores del mundo que constituyen, en embrión, el Salvador del mundo.
Sólo quienes conocen algo de lo que significa concentración y meditación y pueden mantener la mente firme en la luz, serán capaces de comprender la primera ley y comprehender esa interacción de energías dirigidas-por-pensamiento que encuentra una terminal de expresión en la mente de algún Pensador inspirado y la otra terminal en la mente del atento servidor mundial que trata de sintonizar en esos procesos mentales que contienen la clave para la salvación final del mundo. La energía directora-de-pensamiento tiene como origen un Pensador que puede entrar en la Mente divina, debido a que Él ha trascendido la limitación humana; el receptor de pensamiento-dirigido es el hombre, en expresión exotérica, que ha alineado su cerebro, su mente y su alma.
Es un hecho que la omnipresencia, que es una ley en la naturaleza y está basada en el hecho de que los cuerpos etéricos de todas las formas constituyen el cuerpo etérico mundial, hace posible la omnisciencia. El cuerpo etérico del Logos planetario es barrido a la actividad por Su voluntad dirigida; la energía es el resultado de Su formapensamiento obrando en y a través de Su cuerpo de energía. Esta formapensamiento corporiza y expresa Su propósito mundial. Todas las formas de vida subhumanas y las formas humanas hasta la etapa del hombre avanzado están gobernadas por pensamiento divino por intermedio de sus cuerpos de energía que son una parte integral del todo. Sin embargo, reaccionan inconscientemente y sin inteligencia. La humanidad avanzada, los místicos y los conocedores, se están volviendo cada vez más conscientes de la mente que dirige el proceso evolutivo. Cuando esta concienciación sea cultivada y la mente individual sea puesta conscientemente en contacto con la mente de Dios a medida que se expresa por medio de la mente iluminada de la Jerarquía de adeptos, tendremos el constante desarrollo de la omnisciencia. Esta es toda la verdad de la interacción telepática en el verdadero sentido; describe el crecimiento de esa oligarquía de almas selectas que finalmente regirán al mundo, quienes serán elegidas para regir así, y quienes serán reconocidas por la masa como elegibles para ese alto cargo gracias a la co-ordinación que han establecido entre:
- La mente universal.
- Su mente individual iluminada por la conciencia del alma.
- El cerebro, reaccionando a la mente individual, y
- El grupo de aquellos cuyas mentes y cerebros están similarmente afinados y telepáticamente relacionados.
En conexión con los discípulos y aspirantes al discipulado, se supone que sus mentes están un tanto en sintonía con el alma; que además se hallan tan alineados que el alma, la mente y el cerebro están co-ordinados y están comenzando a funcionar como una unidad. Esta es la responsabilidad individual. Ahora viene la tarea de aprender a ser responsivo al grupo, y encontrar y contactar esas mentes que son energizadas por similares corrientes de pensamiento. Esto ha de ser cultivado.
Telepatía y los poderes afines únicamente se comprenderán cuando la naturaleza de fuerza, de emanaciones y radiaciones, y de corrientes de energía, sean mejor captadas. Esto está ocurriendo con rapidez a medida que la ciencia penetra más profundamente en el arcano de energías y comienza a trabajar —como lo hace el ocultista— en el mundo de fuerzas.
También debería tenerse en cuenta que sólo a medida que los centros empleados son conscientemente utilizados, tenemos ese trabajo cuidadosamente dirigido que será fructífero en resultados. Por ejemplo, una persona emotiva, usando principalmente el centro plexo solar, se esforzará por entrar en rapport con un tipo mental. De esto resultará sólo confusión. Las dos partes involucradas están usando centros diferentes y son sensitivas a ciertos tipos de fuerza y están cerradas a otros. Por otra parte algunas personas, aunque mentalmente polarizadas y por lo tanto sensitivas a vibraciones similares, intentan hacer un contacto telepático cuando una sola de las partes está bajo tensión emotiva y por lo tanto no responsiva, o una sola parte está intensamente ocupada con algún problema mental y revestida de un muro de formaspensamiento y por lo tanto impermeable a impresiones. Pueden ver cómo, por lo tanto, cultivar el desapego es una cualificación necesaria para el éxito en el trabajo telepático.
Todos los que procuran hollar el Sendero de Discipulado están esforzándose por vivir en el centro coronario y —a través de meditación— introducir el poder del alma. El problema que ustedes encaran, como discípulos aprendiendo sensitividad telepática, está basado en dos cosas:
- Sobre cuál de los tres cuerpos de ustedes es el más activo; de ese modo se indica dónde viven subjetivamente la mayor parte del tiempo.
- Sobre qué centro es el más expresivo en vuestro equipo, y a través del cual ustedes contactan más fácilmente las modernas condiciones de vida. Con estas palabras quiero decir: dónde, literalmente hablando, está enfocada predominantemente vuestra energía de vida y vuestra energía senciente se expresa más a sí misma.
Una comprensión de esto los hará más capaces de trabajar y de experimentar inteligentemente. Por lo tanto, vigílense a sí mismos con cuidado aunque impersonalmente, y resuelvan el porqué y la razón de los efectos, pues por este medio aprenderán.
Extraído de: “Telepatía y el Vehículo Etérico”, Alice Ann Bailey.


