El Festival del Cristo y la Humanidad representa el efecto en la conciencia humana del trabajo del Buda y del Cristo.
Todos los años, durante el período del plenilunio de junio, llega a su punto máximo de expresión el amor de Dios, esencia espiritual del fuego solar, lográndose por medio de la Jerarquía, ese gran grupo de almas que ha sido siempre el custodio del principio luz, el amor iluminado, y que siempre —en el trascurso de las edades— cuando la influencia espiritual se halla en la cúspide, enfoca su atención sobre la raza de los hombres, por intermedio de uno de los Grandes Hijos de Dios.
El amor de Dios, enfocado en el Cristo, trata de expresarse en algún acto de servicio especialmente útil para la humanidad.
El principio salvador del Amor puro se expresa en la hora de mayor necesidad humana a través del trabajo de un Salvador del Mundo, y “para la Salvación de su pueblo, Él aparece”. Satisface la necesidad y al mismo tiempo refuerza el eslabón que une a la Jerarquía con la Humanidad.
Hay una relación directa entre la energía de la luz y la energía de la buena voluntad, lo cual es significativo. Donde emerge la potencia espiritual hay luz, donde la naturaleza espiritual del hombre vence a su naturaleza materialista, se produce luz. Esto se debe a que el alma es luz y lo que estamos considerando es el creciente poder del alma en el individuo. Se habla del sendero hacia los pies del Cristo en términos de luz. Cristo dijo: “Yo soy la Luz del mundo”. Dondequiera que surge la luz en la familia humana, tenemos un afianzamiento espiritual, un canal abierto y un sendero para la entrada de la energía de la buena voluntad.
Las dos Lunas llenas (Tauro y Géminis) forman un ciclo completo de trabajo para el cual deberíamos prepararnos.
“Ambas Lunas llenas son, por lo tanto, de principal importancia, y deberían tener un efecto definido subconscientemente en las mentes del nuevo grupo de servidores del mundo y en los corazones de las personas de buena voluntad de todos los países, naciones y grupos. Que sus reuniones, meditaciones y pensamientos individuales estén firmemente enfocados sobre estos puntos y se esfuercen para entrar en las disciplinas de la Luna llena —tanto de Tauro como de Géminis— con la más clara comprensión de lo que está teniendo lugar y lograr una nítida imagen de las posibilidades que se pueden presentar como resultado de la correcta acción. En ambas Lunas llenas debería llevarse a cabo un servicio efectivo.”
EL DÍA DE LA LUNA LLENA DE GÉMINIS ES EL DÍA DE INVOCACIÓN MUNDIAL:
Desde junio de 1952, en el día de la luna llena de Géminis se celebra el Día de Invocación Mundial.
Los tres aspectos de la divinidad en el hombre logran expresión práctica por medio de la influencia de la Gran Invocación, tanto en utilidad viviente como en verdadera comprensión… El espíritu de invocación es básicamente una acción que produce reacción. Esto se manifiesta como el primer gran trabajo creador y mágico del que es capaz la humanidad, poniendo en marcha, como lo hace, los tres aspectos divinos a una actividad simultánea acorde a la voluntad de Dios.
Palabras de Poder, antiguos mántram (tales como el Padre Nuestro) y la Gran Invocación, son efectivos sólo si se utilizan en el plano mental y con el poder de una mente controlada —enfocada en su intención y significado detrás del esfuerzo hablado. Entonces se hacen poderosas. Cuando son pronunciadas con el poder del alma así como también con la atención dirigida de la mente, llegan a ser en forma automática dinámicamente efectivas.
… la Invocación no es vaga ni nebulosa. Expresa las necesidades básicas de la humanidad actual —la necesidad de luz y amor, de comprensión de la voluntad divina, para que finalice el mal.