Cuando su propia forma le parezca ilusoria, como al despertar todas las formas que en sueños ve.
Cuando él haya cesado de oír los muchos sonidos, entonces podrá discernir el UNO, el sonido interno que mata el externo.
Entonces únicamente, y no antes, abandonará la región de lo falso, para entrar en el reino de lo verdadero.
Antes de que el alma pueda ver, debe haberse alcanzado la Armonía interior, y los ojos carnales han de estar cegados a toda ilusión.
Antes de que el alma pueda oír, es menester que la imagen (hombre) se vuelva tan sorda a los rugidos como a los susurros; a los bramidos de los elefantes furiosos, como al zumbido argentino de la dorada mosca de fuego.
Antes de que el alma sea capaz de comprender y recordar, debe estar unida con el Hablante silencioso, de igual modo que la forma en la cual se modela la arcilla, lo está al principio con la mente del alfarero.
Porque entonces el alma oirá y recordará.
Y entonces al oído interno hablará
LA VOZ DEL SILENCIO…
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Párrafos extraídos del libro “La Voz del Silencio” de HPB. Una invitación a la investigación y al descubrimiento de infinitas etapas de aquello que ES y está siempre presente, hacia la Verdad, la religión más elevada según HPB.